Me sorprende que hoy en día la gente crea todavía en los medios de comunicación de masas.
Y todavía peor que sigan creyendo en sus gobiernos e instituciones.
El 15 de febrero de 1898, hace 125 años, el acorazado Maine, que tenía que estar en Nueva Orleans para la inauguración del Carnaval y se encontraba en el puerto de la Habana, fue hundido por una explosión desde dentro y los dos magnates corruptos al servicio de las cloacas de los Estados Unidos (Hearst y Pulitzer) y cobrando también de los terratenientes que dominaban el cultivo de la caña de azúcar, organizaron una sublevación contra la Hispanidad, que determinó al Congreso de dicho país a declarar la guerra a España e invadir Cuba.
Hearst, que trataba de destruir a su rival, poseía grandes fincas en la Isla, estuvo en el barco 4 días antes.
En los días posteriores al hundimiento, mientras los ingenuos supervivientes (murieron 2/3 de los tripulantes) explicaban a sus superiores que no había sido ningún torpedo, y los periodistas explicaban a sus redacciones que no había ninguna revuelta, Hearst hostigó a sus corresponsales con la frase: “Ustedes mándenme dibujos, yo les mandaré una Guerra”.
Con todo el apoyo del aparato político llegaron a ser dos de los hombres más poderosos del país, por encima de la ley, como suele agradecer el sistema a los que utiliza, aunque luego murieron en desgracia cuando el sistema quiso deshacerse de ellos.
Todavía sufren las consecuencias los pobres cubanos; en la isla, y en Miami, si bien con mejores condiciones económicas, abrazando al país que destrozó el suyo.
San Cristóbal de la Habana, fundada en 1514 por Diego Velázquez, y convertida en Capital por Felipe II en 1607, llegó a ser la tercera ciudad más próspera del planeta. No olvidemos que los Castro son peones de las cloacas estadounidenses, y que la ruina empezó con esta gran mentira.
Unos buscaban destruir la Hispanidad. Otros buscaban la independencia. Oscuros intereses querían eliminar la Fe del pueblo hispanoamericano y plantar sus sectas protestantes. Especuladores perseguían comprar tierras baratas o convertir la economía de la isla en un sistema dependiente del turismo, la prostitución y las drogas. Algunos ingenuos soñaban con la libertad. El pueblo acabó perdiéndolo todo.
En esa guerra inventada y provocada por los Estados Unidos, asesinando a sus propios militares, como posiblemente en tantas otras ocasiones (Irak, Torres Gemelas….), aprovecharon para invadir y controlar Puerto Rico, Guam, y Filipinas, para dejarlos igual o en peor estado.
Sin Fe, dependientes política y económicamente, empobrecidos, drogados y prostituidos.
Así fue el liberalismo destruyendo la Cristiandad en Hispanoamérica.
Católico, español, marido, padre, empresario *. (*) El orden de los factores altera el producto. 45 años peregrinando por esta tierra, inmensamente agradecido en mi pequeñez por el amor que Dios nos tiene, a pesar de mi pobre correspondencia, y con muchas ganas de ganar el cielo trabajando por Dios y por la Hispanidad. Tristes por la situación de nuestro país, no muy agusto en los ambientes católicos donde nuestra vida se desenvolvía, con la intención de encontrar un entorno mejor y la mejor educación para nuestros cinco hijos, nos mudamos a Tejas en agosto de 2019. Aquí estamos felices, rezando para volver cuando Dios quiera.