Las siglas LGBT o LGTB (como usted prefiera) están compuestas por las iniciales de las palabras Lesbianas, Gais, Bisexuales y Trans. En sentido estricto, agrupa a las personas con las orientaciones sexuales e identidades de género relativas a esas cuatro palabras, así como las comunidades formadas por ellas[1].
En las últimas semanas ha habido algún que otro revuelo por la polémica suscitada a raíz de una serie producida por Netflix.
Como todo buen amante del cine sabe, o simplemente como usuario estándar, es costumbre añadir ciertas etiquetas que cataloguen o clasifiquen el tipo de película, serie o documental que se quiere ver. De este modo, aquellos que busquen películas de Ciencia Ficción, por ejemplo, solamente deben seguir esa categoría y elegir entre el enorme elenco de oportunidades.
Del mismo modo, la reciente incorporación a esta lista de categorías es la de Películas de temática LGTB+. Entre ellas, en Netflix podemos encontrar películas como Call me by your name, Bohemian Rhapsody, Brokeback Mountain y muchas otras que no llaman mi interés.
La que sí llamó mi atención fue la miniserie recientemente anunciada en esta plataforma llamada Dhamer – Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer.
Esta serie, sin entrar en spoilers, trata la vida de Jeffrey Dahmer, un joven estadounidense homosexual que, trastornado por los sucesos de la vida, vuelca su locura mental en orden poseer a sus ligues de una noche, matarlos y borrarlos de la faz de la tierra.
La polémica saltó cuando ciertos usuarios de Twitter denunciaron la etiqueta que se puso referente al Lobby Gay en la plataforma Netflix. (Para buscar tweets referentes a esto solo tenéis que hacer uso del buscador de Twitter y dejar que la magia fluya). Me sorprendió una opinión que llegaba a decir que era bastante asqueroso que Netflix incluyese esa serie dentro del contenido LGBTQ.
Es curioso ver cómo una persona que es homosexual es excluida de su elitista comunidad simplemente porque se les cae el mito de “persona discriminada, vulnerada y ajena a derechos”.
Este caso me recuerda a aquel en el que una madre asesinaba a su hijo de tan sólo dos años y tras el cual nadie perteneciente ningún grupo “anti violencia machista” salió en su defensa[2]; o aquél en el que una mujer mataba este abril a su hija de dos años encerrándola sin comida ni agua[3], o aquella mujer que mató a su novia de 31 años[4]. La lista podría seguir, pero creo que queda bastante claro que cuando las cosas no salen como su discurso de vulnerabilidad se desmorona, toda la polémica cae a un plano totalmente evitable y olvidado.
[1] https://es.wikipedia.org/wiki/LGBT
[2] https://www.leonoticias.com/sociedad/mujer-mata-hijo-20220615114137-ntrc.html
[3] https://www.antena3.com/noticias/mundo/mujer-mata-hija-dos-anos-encerrandola-comida-agua-crei-que-iba-morir_20220415625997da2dc8df00011428c3.html
[4] https://www.elmundo.es/madrid/2022/07/15/62d1924fe4d4d876358b4595.html
Joven y católico. Siempre en la búsqueda y la defensa de la verdad. En una formación cristiana continua.